El reto de abrir las 24 horas

Llegar a casa y ver la heladera vacía, o haberse olvidado de llevar algún producto de consumo masivo son episodios comunes para mucha gente que suele postergar las compras para el día siguiente, atendiendo a que los centros comerciales tradicionales abren solo hasta determinada hora. Rescatando esta realidad y a partir de casos mundiales, como el de los servicentros y empresas nacionales, decidieron apostar por la implementación de la modalidad del negocio las 24 h, garantizando a familias, grupos de amigos y clientes esporádicos la disponibilidad de un punto de abastecimiento de tiempo completo. El minimarket Biggie surgió en el 2013, tras un estudio de mercado que reveló la falta de soluciones comerciales con horarios flexibles. Desde su arribo, cuenta con nueve puntos de ventas y una particularidad: atiende bajo el formato de jornada extendida, es decir, durante las 24 h. Tras la magnífica experiencia, proyecta la habilitación de otras cuatro tiendas este año, comenta Giuliano Caligaris, director de la marca. “Optamos por lanzar este innovador modelo de tienda de conveniencia para satisfacer las necesidades que hoy experimentan los consumidores. Existe un potencial de clientes que prefiere comprar en horario nocturno”, sentencia. Si bien resalta que operar de este modo hasta ahora es ventajoso y, sobre todo, rentable, ya que cubre una creciente demanda; reconoce que la puesta en marcha de un emprendimiento de tal perfil no está ajena a complejidades, como la rotación de los turnos laborales, que incide directamente en costos y plazos de retorno de la inversión. El ejecutivo indica que los segmentos joven y adulto usan estos medios para realizar las compras de madrugada o noche. Los profesionales que ejercen de mañana y tarde, o aquellas personas con actividades diurnas, eligen a Biggie porque pone a mano una surtida gama de artículos para el hogar y la mayoría de las mercaderías que vemos en un supermercado, a similares costos. Secciones de panificados, carnes, frutas, verduras, lácteos, bebidas, enseres de limpieza en general y para el cuidado personal, además de todo cuanto reúne un almacén de paso, integran el stock. “Buscamos que los clientes tengan al alcance, la rapidez, la variedad y los precios competitivos”.

La afluencia que registran los salones de Biggie arroja un promedio diario de 1.000 consumidores, y el 60% de las ventas se dan entre las 19:00 y 3:00. “Apuntamos a expandirnos a los principales barrios de Gran Asunción y desembarcar en las ciudades de prevalencia del interior del país a futuro”, anticipa el director del sello que instaló uno de sus establecimientos en la intersección Sacramento y Roque Centurión Miranda.

Compromiso

Procurar agentes de seguridad, personal interesado en desempeñar funciones después de las 21:00 y atraer clientes delinean un gran desafío para quienes planifican ampliar la duración de sus prestaciones. Consciente de ello es Tomás Dávalos, presidente del grupo Hipermercado Pueblo, que en abril pasado inauguró un paseo comercial. Edificado sobre Gral. Santos casi Pirizal, recibe al público durante todo el día.

Una empresa gastronómica que incursionó en esta plataforma es Vita Pan, con la sucursal de 24 h, que habilitó en la estación de servicios ubicada en Eusebio Ayala esq. Mellones, hasta donde llegan clientes de diferentes ciudades del país, seducidos por las propuestas dulces y saladas del parador.

Un epicentro de encuentro nocturno y mañanero para los trabajadores del centro capitalino, principalmente, es el comedor Las Delicias, en la calle Yegros c/ Rca. de Colombia. Esta y otras son las innovaciones de Asunción y Gran Asunción que plantean la aún inusual forma de vender las 24 h.

Emilse Rolón Morales / emilse.rolon@abc.com.py