Mendoza en vendimia (9)

Durante mucho tiempo, los vinos de la bodega El Enemigo se hicieron esperar en nuestro mercado, pero ya están disponibles desde setiembre del año pasado, importados por Frutos de los Andes SRL, con una línea bastante completa. En la visita a La Casa del Enemigo tuvimos el placer de degustar algunas novedades y experimentos de la bodega, que les voy a comentar en estas líneas.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/NZMB75HRAVFLLOPERF7QZW5PEU.jpg

Cargando...

Llegamos de noche, después de un largo día de recorrido por varias bodegas. El lugar es muy simpático, ya que realmente uno va entrando a una casa en la que vive Alejandro Vigil, el enólogo y socio propietario de la bodega. Allí decidió elaborar los vinos de esta bodega boutique y, además, instalar su restaurante, para recibir a los amantes de sus vinos. Como siempre, primero fuimos a conocer un poco más del espacio en el que se elaboran los vinos y todos –incluyéndome– nos llevamos una gran sorpresa. No hay una bodega en sí; los vinos son guardados en tanques del tipo “huevo de concreto”, al aire libre, con un sistema de refrigeración o calefacción, según sea necesario. 

Algunos de los huevos están directamente expuestos a la luz de la luna –ya que era de noche– y otros están bajo un pequeño techo, improvisado con tacuaras, para proteger un poco más a los tanques de los rayos del sol o la nieve en invierno. No es la primera vez que veo esto; es conocido en el mundo vitivinícola como “bodega australiana”, pero sí me sorprendió que El Enemigo adoptara este estilo, ya que en Argentina no es muy común. La verdad es que nunca había visto algo similar en ese país. El resultado del trabajo en este tipo de bodega implementado por Vigil ha dado sus frutos y, sobre todo, mucha satisfacción a los enófilos y consumidores.

La degustación

Luego de visitar su estructura operacional en la que se producen los vinos, teníamos marcada una degustación y cena de más de ocho pasos en el restaurante, en una gran mesa preparada para nosotros. El equipo de sommeliers del restaurante se ocupó de ir sirviendo los vinos y explicando la diferencia entre cada uno de ellos, ya que provienen de diferentes terroirs, lo que les da aromas y sabores muy diferentes; incluso, en algunos casos, siendo de la misma variedad de uva. 

Comenzamos por un vino blanco: El Enemigo Chardonnay, que tiene mucho toque de vainilla y es bien mantecoso en la boca; yo lo llamaría un “Chardonnay al estilo de los Estados Unidos”. Me gustó mucho, pero para beberlo solo es muy empalagoso, pero sí es lo que llamamos un “vino gastronómico” que necesita ser acompañado con un plato acorde, haciendo maridaje. 

Seguimos la noche paso a paso y los vinos fueron los siguientes: El Enemigo Malbec, El Enemigo Cabernet Franc y El Enemigo Bonarda, en ese orden. Poder degustar cada uno de estos nos dio una linda comparación del potencial del varietal y, sobre todo, la diferencia de sabor que cada una de estas uvas expresa, tanto aromáticamente como en boca. Las opiniones eran muy diferentes en el grupo sobre tal o cual gustaba más.

Llegó el momento de degustar los vinos de alta gama, conocidos como El Gran Enemigo, que fueron tres en un principio: El Gran Enemigo Blend, que es un blend de terroir con cepas provenientes de diferentes terroirs; por ejemplo, en su Cabernet Franc, el 73 % de la composición del vino proviene del viñedo de Gualtallary; en el Malbec, el 5 % de Gualtallary (a 1470 msnm); en el Cabernet Sauvignon, el 12 % de Agrelo, al igual que el 10 % del Petit Verdot (la altura de Agrelo es de 930 msnm). Después fuimos probando los otros dos vinos de El Gran Enemigo; ambos son Cabernet Franc, pero de terroirs diferentes: uno de Agrelo y otro de Gualtallary. La verdad es que me quedé impresionado por el de más altura, más complejo y aromáticamente evolucionaba mejor en la copa con el pasar del tiempo. Cuando llegó Alejandro Vigil, interactuamos con los vinos y nos hizo probar una novedad que aún ni etiqueta tenía: El Gran Enemigo Bonarda. Puedo decir que fue mucho vino para una noche.

La pasamos muy bien, el lugar es nota 10 y sus vinos también. Apreciados lectores, ¡salud! y hasta el próximo sábado.

Fotos: Fabiola Gayet.

oligayet@hotmail.com

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...