/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/KDLWCCRGCBCAJBIDRKVJ2SPCD4.jpg)
Cargando...
Al llegar nada más, fuimos recibidos por Mauricio Lorca en persona. Para aquellos que no lo conocen, es un enólogo de vasta trayectoria en las mejores bodegas argentinas y que ganó su fama al ser reconocido como el mejor joven enólogo de la Argentina. Se independizó y fundó la Bodega Mauricio Lorca, creando uno de los vinos que revolucionó —hace ya más de 12 años— la viticultura de ese país. Hablo de Ópalo, una línea de vinos del tipo premium que no tenían contacto con madera (en la etiqueta dice: “Vino premium sin madera”). Muchos siguen la tendencia de Mauricio y, lo que parecía algo inentendible hace años atrás, hoy se repite y se repite en cada bodega: tener vinos sin madera, que expresan el sabor de la fruta y lo que el terroir tiene para brindarnos en cuanto a la mineralidad de su suelo en cada botella. El vino sin madera es apasionante. Entender la verdadera expresión del varietal y el potencial mineral del vino que da oportunidad a que envejezcan los vinos sin ese “extra” de los taninos que es extraído de las barricas de roble da algo totalmente diferente y, para muchos, puede parecer extraño. La verdad es que un buen enófilo, amante de los vinos o sommelier siempre lo sabe disfrutar.
De la mano de Mauricio tuvimos la oportunidad de degustar más de 30 vinos, entre los de Lorca y Foster. Muchos vinos novedosos que serían lanzados al mercado en el futuro (no tenían ni siquiera las etiquetas aún) y fuimos como conejillos de indias, probando los productos y dando nuestro parecer sobre ellos. Algunos eran muy novedosos, como el rosado de Moscatel, ya que era extremadamente frutal y ligeramente gaseoso; ideal para beber bien fresco y también sirve como base de cócteles, con agregado de hielo y hojas de menta, por ejemplo. Me impresionó bastante un vino que nunca lo había experimentado: el Foster Bonarda, de gran calidad y realza bastante la imagen del Bonarda, tan despreciado por muchos. Descorchar un Enrique Foster Edición Limitada Malbec siempre es motivo de alegría y su excelencia es indiscutible; un vino elaborado con uvas 100 % cosechadas a mano y seleccionadas nuevamente en la mesa de selección, lo que garantiza la calidad de sus uvas. Este vino, después, hace crianza por un mínimo de 14 meses en barricas nuevas y usadas, traídas de Francia, y luego hace estiba por más de un año en la botella, antes de salir al mercado.
Seguimos catando vinos hasta que llegó uno de aquellos que siempre me llaman enormemente la atención, principalmente por ser una variedad que se conoce poco y da gusto volver a probarlo: el Gran Poético Petit Verdot, un vino potente de muy buen bouquet, aromático y en boca mucho más elegante que potente, pero muy bien estructurado. Este es el vino ideal para acompañar una tira de asado, y el maridaje no falló, ya que fuimos invitados a almorzar y disfrutar de un rico asado mendocino en compañía de algunas personas del equipo de la bodega.
Durante el almuerzo pudimos disfrutar de otro de mis vinos favoritos de la bodega: el Lorca Poético Cabernet Franc, el cual aún no es importado al Paraguay por Decanter SRL, importador de Lorca y Foster en el país. Este vino, realmente, llama mucho la atención; es más, en una cata reciente de vinos de esta cepa quedó entre los top 3, lo que reafirma su calidad.
Fue un día muy lindo, disfrutamos de la compañía de Mauricio, de la explicación de todos sus vinos, la visita a la bodega y su producción, y ¡ni hablar del asado!
Apreciados lectores, ¡salud!, que tengan un excelente fin de semana y ya estamos en mayo, mes de la Expo Vino en su 10.ª edición, que será los días 29 y 30 en el Talleyrand Costanera. Será —al igual que el año pasado— de acceso limitado, así que recomiendo ir y adquirir ya sus entradas en Ticketea; recuerden que hace un año, a 10 días del evento, ya se habían agotado las entradas.