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-¿Por qué elegiste el oboe?
-Empecé mis estudios musicales a los ocho años para ocupar mi tiempo, como un hobby. Al cumplir los 10 años me dijeron que era muy bueno para los instrumentos de viento y me recomendaron el oboe; antes no tenía ni idea de lo que era.
-¿Es fácil ejecutarlo? ¿Te consumen mucho tiempo los ensayos?
-No es fácil; me costó aprender, porque requiere de mucho aire en el diafragma; es difícil desarrollar este órgano. Cuando comencé a ejecutar el oboe, todavía era un niño y me esforzaba el doble, ya que el orificio por el cual entra el aire al instrumento es muy pequeño. Sí o sí practico cuatro horas en mi casa, más dos en los ensayos de la orquesta.
¿Hacés algo además de los ensayos de oboe?
-Estudio Derecho en la Universidad Nacional; estoy en el cuarto año. No es nada fácil; no me queda tiempo libre. Es muy complicado. Además, ahora empecé con el canto en el Conservatorio.
-¿Te pagan por ejecutar este instrumento?
-Sí. Estoy en la Orquesta de la Cámara Municipal de Asunción. Soy un oboísta profesional, ya que terminé los dos profesorados que se hacen en el Conservatorio: el elemental en el 2010 y el superior en el 2013.
-¿A cuál carrera le ves más futuro: a la música o al Derecho? ¿Se complementan?
-Después de varios años de estudio, el oboe está dando sus frutos. En nuestro país hay solo 10 profesionales, más o menos; entonces, la necesidad es grande. Se complementan en el sentido de que hay que tener paciencia para lograr lo que uno está tocando o lo que lee.
-¿Te ves fuera del país complementando tus estudios?
-Tal vez haga algunos cursos en el extranjero, pero me veo en nuestro país.
Por Mauro Arriola (19 años)