Los riesgos de la actividad física desmedida

Desde todo punto de vista, la realización de actividades físicas de manera periódica es una práctica recomendable para todas las personas. Sin embargo, pasar de una conducta sedentaria a la exposición a esfuerzos físicos extremos puede llegar a costar la vida.

El pasado miércoles, un funcionario bancario falleció mientras jugaba un partido de fútbol en compañía de otros amigos. El hoy fallecido tenía solo 33 años.

El caso sirvió para alertar una vez más sobre los riesgos del esfuerzo físico desmedido, acompañado de las altas temperaturas que se registran en el país.

Apenas algunos meses antes, un joven atleta amateur sufrió graves consecuencias mientras participaba de una corrida. Juan Palmieri sufrió un cuadro grave de deshidratación, que le generó inclusive fallas en el sistema renal.

En el 2012, el caso de dos futbolistas profesionales recorrió el mundo y puso en alerta sobre los cuidados a los que deben someterse no solo los profesionales, sino todos los que realizan alguna actividad física.

En marzo, el jugador del Bolton Fabrice Muamba caía desmayado durante un partido entre su equipo y el Tottenham.

El atleta tuvo el corazón paralizado durante unas dos horas. Consiguió recuperarse, pero debió abandonar la práctica profesional del fútbol.

Apenas un mes después, en abril, el jugador del Livorno italiano Piermario Morosini falleció súbitamente durante un partido de la segunda división del fútbol tano.

Según un informe dado a conocer por la Agencia EFE, en los últimos cinco años unos 80 futbolistas sufrieron de muerte súbita. Si los atletas preparados para alta competencia están expuestos, quienes no están acostumbrados tienen riesgos aún mayores.

En ese sentido, el Dr. Aldo Martínez, médico del club Cerro Porteño, indicó a ABC Color que la realización de los chequeos médicos completos es muy importante, por lo menos cada año.

El galeno explicó que las personas de mayor edad deben acudir con mayor periodicidad a las consultas. Lo mismo es aconsejable para quienes sufren de algún tipo de enfermedad que pueda facilitar algún problema en el sistema cardiovascular.

Martínez señaló que estos chequeos médicos consisten en un examen físico como la auscultación del corazón, los pulmones y el estómago.

Se solicita la realización de análisis clínicos básicos para poder establecer si no existe alguna anormalidad que, pese a su presencia, no demuestra gran sintomatología como niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos; se pide además electrocardiograma y ecocardiograma en reposo y radiografía de tórax.

En caso de ser necesario, se puede realizar una ergometría o prueba de esfuerzo.

Martínez aseguró que existen ciertos síntomas que pueden presentarse durante la práctica de alguna actividad física y que debería llamar la atención a cualquier persona.

En caso de sentir fatigas, dolores en el pecho o en los brazos, falta de aire persistente que no pasa rápidamente, el paciente debe acudir a un cardiólogo para consultar, pues estos síntomas podrían ser signos de una probable isquemia miocárdica.

“Todo síntoma que aparezca en relación a un esfuerzo debe llamar la atención”, afirmó.

Varios son los factores que favorecen al aumento de los riesgos de sufrir problemas cardiológicos como consecuencia de una actividad física desmedida, entre ellos, los factores genéticos y antecedentes patológicos familiares.

“Otras causas son enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad y las adicciones como el tabaquismo y el alcohol”, agregó.

Martínez reconoció que las altas temperaturas que se registran en nuestro país son un factor de riesgo importante.

“Ahora hay que tener mucho cuidado porque las temperaturas son muy extremas. La recomendación es no realizar actividad deportiva entre las 10:00 y las 18:00”, aseveró.

Esto se debe a los daños que puede producir la exposición a los rayos de sol durante ese período de tiempo, además de los riesgos de insolación y deshidratación.

El profesional médico explicó que la deshidratación favorece al mal funcionamiento de los órganos, debido a que se pierden líquidos de la sangre, por lo que la misma no circula correctamente, afectando a la distribución de oxígeno en el cuerpo.

El galeno explicó que las personas que deseen iniciarse en alguna actividad física de manera regular lo deben hacer de manera “progresiva y, de ser posible, bajo el cuidado de personal especializado”.

“La actividad física de una persona sedentaria debería ser progresiva, ir aumentando poco a poco la distancia, el tiempo. No empezar a hacer un esfuerzo”, acotó.

Destacó la necesidad de una hidratación correcta durante la realización de las actividades para así reponer el líquido que se va perdiendo.

“Las horas en que va a realizar, que sean horas que no hagan mucho calor y con poca exposición al sol por las lesiones. Es preferible no ingerir alimentos hasta dos horas antes de la actividad en grandes cantidades”, manifestó.

“Uno debe saber reconocer los límites de hasta dónde puede realizar una actividad física. Cuando se siente cansado, cuando hay problemas respiratorios, dolores musculares, hay que parar”, sentenció.