Mismo error a seis años del primer secuestro en el Norte

En la actualidad se viven dos secuestros: uno el más largo de la historia del grupo criminal, la del joven Arlan Fick, que lleva 170 días de secuestrado y la del suboficial de policía, Edelio Morínigo, privado de su libertad hace más de 60 días.

Durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, el EPP no figuraba como uno de los temas principales, ya que después del secuestro de Cecilia Cubas, las autoridades pensaban que ya tenían identificados y capturado a sus principales integrantes. Por esta razón, restaron importancia a las advertencias sobre la formación de un nuevo “frente”, compuesto por unas ocho personas, que se desprendieron del partido Patria Libre.

Esa negación oficial hizo que el Estado no aceptase la posibilidad de un secuestro en el departamento de Concepción, específicamente en Kurusu de Hierro y por ende no dejaron que intervenga personal capacitado en el tema y mucho menos buscar asesoramiento a nivel internacional.

Rafael Filizzola, exministro del Interior, contó que dos semanas después de consumado el plagio se pidió ayuda y se asumió que se trataba de un secuestro (el caso de Lindstron), pero la negociación con los criminales estaba muy avanzada y ya era inevitable el pago requerido por el EPP.

“El primer error que cometió el Gobierno fue ese”, dijo el exministro del Interior, Rafael Filizzola. Este error, según él, se volvió a repetir con el secuestro de Arlan Fick Bremm.

Sin embargo, con el caso de Fidel Zavala, secuestrado entre octubre de 2009 y enero de 2010, “apenas se confirmó que el EPP lo capturó, cuatro horas después ya pedimos ayuda a Colombia, que en 12 horas envió sus mejores hombres para asesorar a la familia y a la policía, que ayudó bastante a la hora de ir negociando, ganado tiempo y bajar el monto del rescate”, relató Filizzola.

“Pero lo que ocurrió con la familia Fick fue una negligencia tremenda, se abandonó a la familia; el gobierno lo presentó como un logro, sin embargo, era todo lo contrario. Lo primero que se tenía que hacer es asistir a la familia Fick, y no dejarlos negociar por su cuenta con los criminales. Se perdió mucho tiempo hasta que finalmente aceptaron que fue un secuestro planeado como ellos acostumbran hacer y que no fue pura coincidencia”, argumenta el exministro.

“Lastimosamente se perdió tiempo valioso, la familia cumplió con todo y hasta ahora seguimos aguardando la liberación, ya pasaron cinco meses y no hay respuesta. Las autoridades desde un principio hablaban de una privación ilegítima de libertad, porque no había pedido de dinero, sin embargo, esa misma noche que llevaron a Arlan Fick, ya le pidieron 500 mil dólares a su papá, don Álcido Fick”, relató.

El extitular de la cartera del Interior indicó que durante su periodo se evitaron dos a tres secuestros, así como también en la época de Carmelo Caballero, quien asumió la cartera en junio de 2012. Sin embargo, cuando Horacio Cartes tomó el poder se cambió el sistema de trabajo que se venía desarrollando.

“Ahora se encargan los militares del tema… ¿cómo le vas a dar (los casos) a una institución que nunca trabajó en el tema? Es un retroceso, es empezar de cero. Y el principal error que veo es que no existe un solo mando, hay varios encargados, un jefe de las Fuerzas de Tarea Conjunta, un policía, dos ministros y también ahora se mete la Secretaría Antidrogas, que nunca se sabe en qué anda. El mando es disperso, existen varios, por decirlo, “jefes”, que muchas veces en vez de ayudar, empeoran el trabajo a la hora de los operativos”, reclama.

Silvia Lindstron, una de las hijas del exintendente de Tacuatí, Luis Lindstron, asesinado en mayo de 2013 presumiblemente por el grupo criminal, indicó que aunque la zona esté llena militares y policías, no se logrará terminar con el EPP. “Hace falta presencia del Estado. Pasaron seis años de aquel día que marcaría nuestras vidas por completo y ahora sé que está en un mejor lugar, ‘libre de todo mal’”, sentenció la mujer.

Luis Alberto Lindstron fue secuestrado el 31 de julio 2008 y liberado el 12 de setiembre 2008. Sin embargo, fue asesinado presumiblemente por el grupo criminal EPP el 31 de mayo del 2013.