“Tomó el tenedor del cliente y le clavó en la pierna”, la carta desesperada de Lido Bar

El proyecto de peatonalizar las calles asuncenas los fines de semanas se ve afectado debido a la gran inseguridad que se vive principalmente en el microcentro de la capital del país. Los bares y sus clientes han sufrido varios sustos y hechos de violencia al usufructuar los espacios públicos.

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Uno de ellos, el emblemático Lido Bar, situado sobre Palma y Chile, entregó una carta a la Municipalidad de Asunción, en la que relata la serie de hechos de violencia que han tenido que aguantar. A estos se suma que varias empresas han confesado a nuestro diario que analizan abandonar el proyecto debido al peligro que significa la atención al cliente al aire libre. Incluso, han denunciado que agentes de la Policía Nacional les han pedido “aportes” para custodiar su edificio.

“Una niña pidió dinero a un cliente que se encontraba bajo el toldo. El cliente se negó. Entonces la nena tomó el tenedor del cliente y le clavó en la pierna”, relata Sigrid Fórster, gerente General de Lido Bar, en la carta presentada.

Si bien está escrito en un tono respetuoso, el contenido de la nota muestra la desesperación en la que han trabajo en el bar durante este año. “Un adolescente suele pasearse entre las mesas sobre Palma solicitando restos de comida y dinero. Cuando no se le da, y el guardia se le acerca para apartarlo de las mesas, el adolescente grita, se aleja a media cuadra y, desde ahí, empieza a tirar piedras y cascotes a nuestros clientes”, agrega el texto.

También relatan que cuando un muchacho se acercó con la intención de golpear a un guardia, este lo sostuvo a la altura del cuello y lo llevó al suelo, neutralizándolo para evitar algún daño físico. Sin embargo, luego el guardia recibió amenazas de muerte por parte de los familiares del muchacho, por lo que finalmente decidió renunciar al trabajo.

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El proyecto de mesas y sillas en las calle parte de la Municipalidad de Asunción busca salvar el rubro gastronómico sin dejar de cumplir con los protocolos sanitarios. En un principio se contaba con la presencia de agentes de la Policía Nacional y también de la Policía Municipal de Tránsito, además de fiscalizadores municipales. Ahora apenas se ponen unas barandas para cerrar las calles.

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Han pasado tres semanas de la presentación de la carta, pero todo sigue igual.