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Hace 61 años que pobladores de Concepción habían solicitado al gobierno de entonces que se abra ese camino, que después de mucho tiempo y por algunos años tuvo capa asfáltica.
Aunque parezca increíble, actualmente se sigue utilizando ese tramo. Abundan los baches en los lugares, que por cierto cada vez son menos, donde los tramos que tienen carpeta asfáltica en comparación a las zonas donde solo se tiene tierra.
A pesar del calamitoso estado en el que se encuentra esta vía, continúa siendo una opción para llegar a Asunción o localidades chaqueñas.
Existen promesas de que en breve se solucionará el caso judicial que envuelve al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y las empresas que habían ganado la licitación para dejar en condiciones el tramo, pero al final terminaron abandonando los trabajos. Mientras esto se aguarda, los conductores de camiones y camionetas, además de los motociclistas, continuarán utilizando esta ruta desastrosa.
No menciono a los automóviles, porque estos casi ya no circulan en la zona debido a que es imposible que los vehículos de menor porte se movilicen a consecuencia de los buracos.
Hoy día, trasladar a algún paciente en ambulancia, por esta ruta, se hace difícil y se tienen que utilizar otras rutas para llegar a centros asistenciales de mayor complejidad.
Las condiciones actuales hacen que las probabilidades de que ocurran accidentes sean enormes, tan grandes como los pozos mismos que están en la vía.
A esto hay que sumarle los desperfectos mecánicos que pueden sufrir los vehículos, los gastos tanto económicos como en tiempo de viaje, porque los camiones de gran porte tardan entre cuatro y cuatro horas y media en recorrer los 146 kilómetros.
Mientras todo esto sucede, los principales afectados no han hecho ningún tipo de movilización para apresurar por lo menos algún que otro “fugaz” mantenimiento de la ruta, que les permita en alguna medida mejorar los viajes que realizan.
El estoicismo norteño se ha puesto a prueba una vez más con esta situación y, a juzgar por los antecedentes, la espera seguirá. Es que primero se debe destrabar lo judicial y luego realizar los demás pasos para que los trabajos se reinicien.