Finalmente, el intendente del distrito de María Antonia, Luis Carlos Ledezma Agüero, dio la cara tras el escándalo que se desató por haber firmado un acuerdo de ayuda con un país inventado: Kailasa.

El administrador de la comunidad reconoció el hecho y lo calificó como una “metida de pata”, pero intentó justificarse alegando las enormes necesidades que tiene la población. Dijo que la carencia es lo que les pone en estado de vulnerabilidad, llevándolos a aceptar cualquier tipo de ayuda, y a caer en equivocaciones.

Al ser consultado sobre cómo inició el contacto con los embaucadores, contó todo se dio a través de Fidelino Morínigo, funcionario asesor del Congreso Nacional con quien siempre estuvo en contacto pues lo ayudaba.

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“Tengo gente que te puede ayudar”

“Él fue administrador municipal, y nos ayudábamos entre localidades. Todo empezó hace un mes cuando yo subí a mi estado que estábamos pasando por una gran inundación. Fidelino me dice ‘tengo gente que nos puede ayudar, vení vamos a reunirnos con ellos’”, comenzó relatando el intendente.

Fue así que Ledezma terminó viniendo a Asunción, y reuniéndose con dos hombres, supuestamente representantes del país de Kailasa, quienes le ofrecieron ayuda. Como señal de buenas relaciones, le ofrecieron donarle dos cubiertas para la ambulancia, ya que el intendente les había contado que este móvil estaba parado.

“Me transfirieron a la cuenta el importe de las dos cubiertas para la ambulancia. Firmé un documento de hermandad y me dijeron que vendrían con algunos proyectos grandes. Como no atentaba contra nuestra cultura ni principios, ni contra las arcas de la Municipalidad, yo acepté”, reconoció el administrador de María Antonia.

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Se reunieron sobre la calle Chile

La reunión a la que lo convocó su amigo Fidelino Morínigo se realizó en un estudio jurídico sobre la calle Chile, según contó el intendente, que dijo no saber a quien pertenecía dicho bufet.

“Me recibió Fidelino y es la única persona a quien yo conocía. No sé a quien asesora él en el Congreso, nunca entramos en detalles. En la reunión estaba un traductor y hacía la traducción en su teléfono, a través de la aplicación; nos comunicábamos así. Hablaban en inglés”, contó el intendente.

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Al ser consultado sobre el documento y si lo tiene en su poder, dijo que el papel quedó en manos de Fidelino. “Era un día lluvioso y él era de mi confianza, entonces se quedó con los documentos, porque yo me movía en Bolt no estaba en condiciones de retirarlo”, contó el intendente.

Ledezma siguió contando que le llegó una transferencia de estas personas del país inventado, por el importe de dos cubiertas para la ambulancia, aunque la promesa era comprarles cuatro cubiertas.

“Me dijeron que iban a enviar en 10 días más lo restante, y que iba a venir con el proyecto grande la donación de una ambulancia cero kilómetro”.

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Representantes de Kailasa se esfumaron

Luego de esto, los supuestos representantes de Kailasa nunca más se comunicaron.

El intendente lamentó que hace un mes el distrito de María Antonia no tiene caminos, y en consecuencia tampoco tienen servicio de transporte público.

“Nosotros mismos con móviles municipales transportamos a nuestros conciudadanos a Quyquyhó. Usamos motos, camionetas. Mi prioridad es poner en condiciones los accesos”, remarcó Luis Carlos Ledezma.

“Todo el mundo ya sabe que metimos la pata con un país que no existe. Está bien, pero en este momento eso no contribuye para nada con María Antonia; el objetivo era otro”, dijo finalmente el intendente.

El intendente de María Antonia presentó este jueves a la Junta Municipal una nota en la que intentó justificarse diciendo que “un grupo de intendentes”, fueron los que firmaron el acuerdo con el “país imaginario”, de Kailasa,