4 de mayo de 2024
La mugre de la ciudad se observa nada más al caminar por las veredas del centro de Asunción, con desagües terroríficos de aguas negras, ni las plazas se salvan de la basura. Al otro día, uno piensa que va a mejorar, pero no, nuestros ojos se acostumbran a las miserias de ver a los enajenados mentales librados a su suerte, que andan en las calles como si fueran perros sin dueño. No nos mueve ni una pestaña porque nos acostumbramos a esta agresión a los derechos humanos en nuestro país. ¿Y qué querés si es el tercer mundo?