La sociedad paraguaya está secuestrada por un sistema de corrupción que funciona a la perfección para los grupos criminales empotrados en todos los poderes del Estado. La tragedia ocurrida en San Bernardino puso al descubierto el desconcierto de todo el Gobierno y su incapacidad para enfrentar la situación. El Estado paraguayo fue copado hace años por las asociaciones criminales como el narcotráfico. El denominador común de la situación que vivimos en todos los ámbitos es la impunidad. El Gobierno es cómplice de estos grupos criminales de manera activa o por omisión, consintiendo la indefensión en la que se encuentra la sociedad honesta.
La guerra entre bandas criminales por el control del narcotráfico mantiene en alerta a Brasil. En la madrugada de ayer al menos 33 presos fueron brutalmente asesinados en una cárcel de Roraima, a cuatro días de la sangrienta venganza que dejara 56 muertos en un presidio de Manaos.
El ministro de Defensa brasileño, Raúl Jungmann, manifestó su preocupación ante la influencia creciente de las mafias en las elecciones y en el sistema político de ese país, ante unos cruciales comicios municipales, mañana, donde se ha de dibujar el nuevo esquema de fuerzas políticas, a un mes de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y el debilitamiento de los partidos aliados en el Gobierno.
Los recientes sorpresivos sucesos mafiosopolicíacos que sacudieron a Paraguay pusieron al país en la categoría de una república libertina, en donde se demostró una vez más que los crápulas imponen su voluntad y ley haciendo lo que quieren o matando a quien ya no quieren, ante la pasividad, impotencia o sorpresa de quienes estudiaron, se entrenaron, graduaron y juraron cuidar la seguridad ciudadana.
BRUSELAS. La Unión Europea (UE) acordó hoy que sus buques de reconocimiento puedan interceptar en alta mar a los barcos mafiosos que trafican con migrantes
En la primera sesión, tras la muerte del exdiputado Magdaleno Silva, opositores en la Cámara Baja advierten que la inseguridad, las mafias y el EPP han superado, por incompetencia, al gobierno de Horacio Cartes.