World Rugby aprobó el martes, con efecto inmediato, una modificación en su reglamento, que hasta ahora solo permitía esta posibilidad a las mujeres. Esta decisión se tomó “por motivos de salud y accesibilidad de los terrenos de juego”, explicó en un comunicado el organismo rector del rugby mundial, “ya que ciertos jugadores son sensibles a los efectos abrasivos de las fricciones en las superficies artificiales” .
“World Rugby también trabajará con las federaciones y proveedores de césped artificial aprobados para garantizar que se sigan programas de mantenimiento rigurosos y con las mejores prácticas para minimizar el riesgo de abrasión”, precisó.