Según lo señalado por técnicos en el Informe de Política Monetaria (Ipom), el escenario base de la inflación contempla una convergencia a la meta de 4%, en el horizonte de política mucho más lenta que la estimada en el informe de diciembre pasado. Señalan que esta trayectoria de la inflación está explicada principalmente por un deterioro significativo de la demanda interna, en todos sus componentes, lo que implica una brecha (negativa) del producto más amplia para este escenario.
El informe menciona además que los datos de actividad económica de los primeros meses del año mostraban una recuperación coherente con las estimaciones previas. No obstante, la paralización de la actividad económica desde mediados de marzo implicó un menor crecimiento interanual para el primer trimestre del año, lo cual se refleja en una brecha del producto más abierta para ese periodo y se asume un deterioro significativo en el segundo trimestre, con recuperación gradual a partir del tercer trimestre.
Estos datos de la actividad económica influyen en las expectativas de inflación, por lo que el equipo técnico del BCP sostiene que la misma tendrá una trayectoria descendente inferior del rango meta, para cerrar el año en 2,4% en el caso de la inflación total y que la convergencia a la meta (del 4%) se daría hacia finales del primer trimestre de 2022.