El rotativo francófono, fundado por el multimillonario Issad Rebrab, propietario de Cevital -principal grupo privado del país- nació en 1992, durante la sangrienta guerra civil y con una dura línea editorial contra el fundamentalismo islamista que costó la vida a cuatro de sus periodistas, que fueron asesinados.
Los trabajadores de "Liberté", conocido bajo el eslogan "el derecho de saber, el deber de informar", rechazaron las razones financieras que alega el dueño y calificaron la decisión de "inesperada" e "injustificada".
"No fuimos notificados antes de esta toma de decisión completamente injustificada", dijo a Efe Ali Boukhlef, uno de los influyentes periodistas argelinos de "Liberté".
"Cada vez que Liberté publica una noticia crítica, las autoridades piensan que Rebrab está haciendo política a través de su periódico", valoró.
Los periodistas de este diario sufrieron trabas en el ejercicio de su profesión, así como la suspensión de la publicación en varias ocasiones como ocurrió en verano de 2003 cuando suspendió su edición durante una semana.
El reportero Mohamed Mouloudj fue detenido en septiembre junto a otros siete activistas como sospechoso de pertenecer al Movimiento para la Autodeterminación de Cabilia (MAK), fundado en 2001 y designado el pasado mayo grupo "terrorista".
El propio presidente, Abdelmadjid Tebboun, acusó a la cabecera de "echar leña al fuego" tras la publicación de un reportaje sobre la escasez de productos alimenticios básicos.
La compañía nacional de hidrocarburos Sonatrach presentó recientemente una denuncia contra el periódico, al que acusó de haber deformado las declaraciones de su presidente en una entrevista.
El pasado domingo intelectuales, investigadores, académicos y artistas argelinos, entre ellos el escritor establecido en España Yasmina Jadra, lanzaron un llamamiento con el fin de convencer al propietario de que reconsidere su decisión destacando que el diario "pertenece también a sus lectores en su diversidad".