Celebrada en la Casa de Huéspedes del Estado Diaoyutai, esta primera visita oficial de Barrot a China desde que asumió el cargo en septiembre de 2024 ha tenido como telón de fondo la guerra en Ucrania, la situación en la península de Corea y las disputas arancelarias entre China y la Unión Europea, con especial impacto en sectores como el automotriz y el de bebidas espirituosas.
Wang Yi, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), subrayó que “la relación entre China y Francia debe servir de ejemplo en el compromiso con el multilateralismo, el desarrollo pacífico y el beneficio mutuo”.
Según el comunicado del Ministerio de Exteriores chino, ambas partes acordaron fortalecer el diálogo político, económico y cultural, así como relanzar mecanismos de consulta bilaterales y promover intercambios parlamentarios.
Wang expresó su deseo de que Francia ofrezca un entorno empresarial justo y predecible para las empresas chinas, y recordó que “China da la bienvenida a una mayor inversión francesa”.
Barrot, por su parte, afirmó en declaraciones recogidas por la cadena Phoenix TV que “ante las transformaciones profundas del escenario internacional, el diálogo franco-chino es más necesario que nunca”, y abogó por una cooperación activa frente a desafíos como el cambio climático y la seguridad global.
También, según la publicación de la Cancillería del gigante asiático, reiteró el apoyo de Francia a la "política de una sola China".
Entre los consensos alcanzados destaca la voluntad de ampliar la cooperación en sectores como la agricultura, la energía nuclear, el aeroespacial y las industrias emergentes, incluyendo inteligencia artificial, hidrógeno verde y economía digital.
Ambos países también acordaron impulsar los intercambios educativos y culturales, incluyendo la aplicación de la iniciativa “10.000 personas en tres años”, y aumentar la cooperación en foros multilaterales, como la próxima Conferencia sobre los Océanos de la ONU, prevista para junio en Niza.