En un comunicado, la Oficina de Medios del Ejecutivo gazatí precisó que sus equipos han contabilizado más de 1,7 millones de casos de enfermedades relacionadas con la falta de agua y saneamiento como diarrea, disentería y hepatitis A, así como la muerte de más de 50 personas, en su mayoría niños, por deshidratación y malnutrición.
"La ocupación (israelí) continúa privado deliberadamente a la población de la cantidad mínima de agua necesaria para la supervivencia al atacar sistemáticamente infraestructura de agua, cerrando vías de suministro, destruyendo pozos y estaciones de agua y cortando la electricidad y combustibles necesarios para operar infraestructuras de agua y saneamiento", precisó.
Las autoridades gazatíes se refirieron, por ejemplo, a la interrupción de dos tuberías de abastecimiento "Mekorot" en la ciudad de Gaza y en la zona central de la Franja que suministraban más de 35.000 metros cúbicos de agua diarios a más de 700.000 personas.
"También cortaron la electricidad que alimentaba la planta desalinizadora en el área de Deir Al-Balah, provocando el corte completo de la producción de agua y exponiendo a unas 800.000 personas en la Gobernación Central y en Khan Yunis al riesgo de sed extrema", precisó la Oficina gazatí.
Las autoridades de la franja calificaron de "vergonzosa" la impotencia de la comunidad internacional para frenar "estos crímenes" y reiteró la alarma por la "catástrofe humanitaria y medioambiental" en Gaza.
El pasado martes, Médicos Sin Fronteras ya denunció que Israel ha convertido la privación de agua como un arma de guerra, mientras que la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció ayer que las acciones militares israelíes amenaza la existencia de los palestinos como grupo en Gaza.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, anunció hoy la toma y anexión del área sureña de Rafah, que ocupa más del 20 % de la Franja de Gaza, a la denominada "zona de seguridad israelí", en medio de la escalada bélica.
El número total de muertos desde que Israel rompiera unilateralmente el acuerdo de alto el fuego con Hamás el pasado 18 de marzo asciende a 1.563 y el de heridos a más de 4.000.
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, los gazatíes muertos superan ya los 50.900 -la mayoría mujeres y niños-, mientras que los heridos duplican esa cifra.