"Hoy voy a suspender la huelga de hambre, pero me quedo aquí. No voy a traicionar a mi pueblo. Tal vez alguien quisiera verme muerta, pero creo que soy más necesaria viva”, dijo Hrka en un discurso frente a la Asamblea Nacional en Belgrado, en cuyas cercanías ha estado acampada desde hace 16 días.
La mujer señaló que muchos médicos y dos sacerdotes le han instado a que detenga su protesta.
Hrka afirmó que es "apolítica" y que solo busca la verdad, y que se mantendrá acampada hasta que se cumplan sus exigencias.
El lugar donde acampa esta mujer y sus acompañantes está a pocos metros y separado por vallas y policías del que ocupan simpatizantes de Aleksandar Vucic, el nacionalista presidente serbio, que domina la política en el país desde 2012.
Vucic afronta desde hace más de un año las mayores protestas ciudadanas desde la caída del régimen autoritario de Slobodan Milosevic en 2000, con miles de ciudadanos, liderados por universitarios, que acusan al Gobierno de corrupción y autoritarismo.
Las iniciales protestas para pedir que se aclararan las causas del derrumbe, el 1 de noviembre de 2024, en la estación de trenes de Novi Sad, que acababa de ser restaurada por empresas chinas, se fueron transformado en una exigencia de mayor libertad y respeto al Estado de derecho.
Las principales demandas de los manifestantes son la convocatoria de elecciones parlamentarias extraordinarias, que Vucic rechaza, llamando a los estudiantes bloqueadores, terroristas y mercenarios extranjeros.
El partido SNS de Vucic ganó con mayoría absoluta las elecciones de 2023.