Los adornos festivos que adornaban las calles de Yuba en años anteriores apenas se pueden observar este año, y la mayoría de residentes de la capital sursudanesa están más preocupados por conseguir sustento diario que por intercambiar regalos o decorar sus hogares.
Para muchos, la compra de ropa nueva se volvió inasequible, tanto es así que Amani James, vendedora del mercado de Konyo Konyo de la capital, confirmó que la demanda de ropa de segunda mano había aumentado significativamente durante la temporada navideña: "La gente compra lo que puede permitirse. La ropa aquí viene del extranjero y es más fácil que comprar nueva", afirmó.
A pesar de las dificultades económicas, aún hay familias en Sudán del Sur que se esfuerzan por revivir algunas tradiciones navideñas sencillas y asequibles, como la preparación de comidas típicas.
La prolongada recesión económica en Sudán del Sur está afectando a la capacidad del Gobierno para pagar los salarios de los empleados públicos y militares, y la mayoría de los trabajadores llevan sin recibir sus salarios durante más de un año.
Además, la interrupción del suministro petrolero, principal fuente de ingresos del país, debida a las sucesivas crisis y la escalada de las tensiones regionales, en particular el conflicto en el vecino Sudán entre el Ejército y los paramilitares, causó una grave escasez de efectivo.
Esta situación provocó la paralización de los mercados e importantes subidas en el precio de los alimentos.
El subdirector del periódico Al Mawgif, Anthony Joseph, consideró que "las celebraciones de este año se han convertido en una ocasión para recordar la incapacidad del Gobierno para satisfacer las necesidades de la población" y acusó a las autoridades sursudanesas de priorizar ante todo las disputas políticas internas.
El arzobispo católico de Yuba, Stephen Ameu Martin Mulla, puso énfasis en la necesidad de resolver la crisis de seguridad que vive Sudán del Sur desde que este marzo la milicia que estaba aliada con la oposición independiente Ejército Blanco atacó un cuartel gubernamental, y el Gobierno respondió arrestando al por entonces vicepresidente y líder opositor, Riek Machar.
Instó a las partes a renovar sus compromisos con el acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil entre Gobierno y oposición en el año 2018, e insistió en la importancia de desarrollar correctamente las elecciones generales, programadas para diciembre de 2026 tras haberse aplazado en varias ocasiones.
También la jefa interina de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), Anita Kiki Jiho, advirtió que "el país se enfrenta a profundos desafíos, como el conflicto en curso, las dificultades económicas y la variabilidad climática" y que "el diálogo político debe traducirse en acciones concretas para detener la violencia y restablecer la confianza pública en el proceso de paz". EFE