Tres funcionarios de la comuna sanlorenzana salieron de la sede en una camioneta con logotipo de la misma, que estaba al mando de Leonardo Cardozo. En la parte posterior del vehículo iban Olivia Benegas, asistente de la tesorería, y el guardia de seguridad Silvio Benítez.
El vehículo salió por la calle San Lorenzo, giró a la izquierda por la calle España y luego giró nuevamente a la izquierda sobre la avenida Defensores del Chaco.
Sobre dicha avenida, entre España y Coronel Romero, ya aguardaban una camioneta Toyota Noah plateada y un automóvil Toyota Allion verde, en el que estaban cuatro asaltantes.
Eran las 11:35 cuando los ocupantes de la Noah visualizaron el rodado municipal, se movieron para girar y colocarse en el carril paralelo. Esta fue la señal para que los ocupantes del Allion desciendan.
Primero bajó un sujeto con campera roja y arma larga, que fue el que alteó a Cardozo y compañía. Posteriormente, bajaron otros dos delincuentes, uno con campera azul y otro con canguro color beis.
El delincuente de campera roja efectuó dos tiros que dieron en la parte frontal de la camioneta, en tanto que uno de los otros dos malvivientes procedió a romper los vidrios con un martillo que, tras el hecho, quedó dentro de la camioneta.
En medio del asalto, Benegas salió corriendo y los maleantes tomaron el bolso con G. 246.175.776, de los cuales G. 198.808.442 eran en efectivo y G. 53.367.334 eran en cheque, que debían ser depositados en un banco de plaza.
Tras concretar el golpe, los sujetos subieron de nuevo al Allion y huyeron rápidamente, mediante que la furgoneta les abría paso.
El conductor Cardozo aclaró que realizan el traslado de dinero diariamente, en distintos horarios y que no solicitan apoyo de la Policía Nacional.
Agentes policiales de la comisaría 1ª Central, de la Brigada Central y de Criminalística se constituyeron en la escena.
En el lugar hallaron dos vainas de fusil 762 (foto), así como el martillo usado para romper las ventanillas y los parabrisas.
De igual forma también recogieron imágenes de circuito cerrado de los locales adyacentes para intentar dar con los autores del hecho.
El tráfico vehicular en la zona habría facilitado el asalto a los maleantes, pues la fila de rodados no corría cuando los asaltantes decidieron entrar en acción.