Dar buenos frutos
Jesús muestra una comparación, en donde Él es la vid y nosotros los sarmientos. Al final, manifiesta que “la gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante y así sean mis discípulos”.
Jesús muestra una comparación, en donde Él es la vid y nosotros los sarmientos. Al final, manifiesta que “la gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante y así sean mis discípulos”.