"Nunca es igual que el año anterior, pero será más similar a antes de la pandemia que el del año pasado. Volveremos a llenar el recinto", remarca Hoffman en una entrevista con EFE, toda vez que el evento ocupará de nuevo los ocho pabellones de la Feria de Barcelona.
Esta feria prevé reunir a unas 80.000 personas en su edición de 2023 y generar un impacto económico superior a los 350 millones de euros en Barcelona y su zona de influencia, unas cifras considerablemente superiores a las del año pasado pero lejos aún de las de antes de la pandemia, ya que en 2019 los asistentes fueron 109.000 y el impacto económico de 473 millones.
La organización espera congresistas de prácticamente todo el mundo, principalmente europeos y norteamericanos y también muchos asiáticos, tras una edición de 2022 en la que los procedentes de este continente fueron pocos.
En cuanto a los congresistas chinos, Hoffman asegura que espera "proporciones similares" a las de antes de la crisis de la covid-19.
Una señal de la recuperación del congresista chino es que Huawei será el expositor más grande de la feria, aumentando un 50 % su superficie.
Preguntado sobre la crisis que atraviesan grandes compañías tecnológicas, muchas de las cuales han anunciado despidos en las últimas semanas, Hoffman destaca cómo durante la pandemia estas empresas fueron de las que más contrataron.
Así que pese a estas noticias, se muestra "muy optimista sobre el futuro", en relación con las ediciones a partir de 2024, dado que no se espera que esta situación condicione el congreso de 2023.
El consejero delegado de GSMA apunta también que este ya no es, como hace años, solamente un congreso de telefonía móvil, sino que cuenta con hasta catorce sectores diferentes y más de la mitad de asistentes previstos para esta edición pertenecen a industrias relacionadas.