«El sentimiento más intenso que compone el ostracismo es la nostalgia, esa presencia edulcorada de todo lo hermoso y grato que uno perdió al partir. En verdad, es una ilusión resultante de la ausencia. Yo también caí en la trampa pero, con un esfuerzo de reflexión, asumí el exilio plenamente. Tanto más que tuve la suerte de respirar el aire de la libertad y de estudiar en una universidad de las más prestigiosas del mundo. Me hice de amigos y oficié de representante de facto de mi desconocida y lejana patria, representándola en cuanta actividad cultural y política hubiere», había dicho sobre su exilio Rubén Bareiro Saguier y esto le descubre tal como era interiormente: un poeta, entendiéndose como tal a quien de la nada crea belleza construyendo palabras apiladas en metáforas que finalmente se entrelazan en el poema.
28 de abril de 2024