“El Parque Caballero ofrece paisajes de raro encanto. La fresca brisa del río corre por sus rumorosas avenidas. Un cafetal se ensangrenta de frutos en los otoños. Árboles de yerba mate forman montículos artificiales. Los fuertes lapachos de flores rosadas y amarillas nacen a lo largo de las rutas. El agua duerme en los estanques y canta en las cascadas, mientras algún pájaro hierático y zancudo medita en sus orillas”.
Colorear cubiertas y usarlas como planteras en las plazas más emblemáticas del Centro Histórico de Asunción no es un hecho anecdótico ni para los memes solamente, sino es una cuestión preocupante que debe ser analizada a fondo, desde el punto de vista urbanístico por las autoridades y la ciudadanía. ¿Hacia dónde va la Madre de Ciudades?
Del Paraguay siempre se dijo que solo tenía dos estaciones, la del Ferrocarril y el verano. Un buen antídoto para las soporíferas jornadas desde tiempos coloniales fueron los corredores. Las refrescantes galerías, obviamente han quedado para la historia arquitectónica de Asunción, más aún cuando el aire acondicionado se ha apropiado de nuestras vidas.
Pareciera que en Asunción lo que menos importa es la noción del tiempo, lo cual lleva a serias confusiones entre lo temporal y lo permanente, lo efímero y lo eterno. Es así que las medidas provisorias se tornan problemas que sobrepasan generaciones de ciudadanos.
El recibimiento de un nuevo año es siempre motivo de fiesta, alegría, expectativa, planes, proyectos y muchos etcéteras. Diciembre trae consigo el olor de las frutas de estación que se combinan luego en el clericó y también el dulce aroma de la flor de coco que impregna los pesebres, junto con otros elementos de la flora nativa.
El 210º aniversario de independencia nos sorprendió por segunda vez consecutiva en pandemia. A diferencia del año pasado –en que prácticamente estuvimos a cero– esta vez la gente volvió a salir a las calles, a tomar las mesas de los bares al aire libre y a visitar sus monumentos más representativos de la nacionalidad.
Desde los inicios mismos de la conquista Asunción fue víctima del caudillismo o caciquismo propiciado por los conquistadores españoles. Hasta hoy la ciudad pareciera sufrir esas consecuencias y sigue sumida en el atraso como si fuera la más lejana de las aldeas en el mundo civilizado. Todo, como producto del populismo y la politiquería que tanto daño le causan.
Los incendios que afectan a Asunción no son nuevos y las causas van desde las más inverosímiles a las más graves. Aunque los historiadores nunca comentaron el motivo, el primer incendio ocurrió cuando era un incipiente rancherío en 1543. La Casa Fuerte apenas llevaba seis años desde su fundación.