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La CMVM informó de su reversión de la medida en un comunicado en el que explica que da marcha atrás una vez que nueva información fue "incorporada al mercado".
Al inicio de esta mañana, el supervisor suspendía la negociación de acciones del Benfica, un día después de que Vieira, quien fuera presidente del club desde 2003, pasara a prisión domiciliaria por un caso que investiga si incurrió en delitos fiscales y de blanqueo de capitales en negocios de más de 100 millones de euros.
Según la Fiscalía, algunos de esos tratos habrían involucrado al club encarnado, lo que ha su vez generó muchas dudas sobre la composición real de su accionariado, apuntó hoy la CMVM.
"En los últimos días se volvió de conocimiento público indicios de irregularidades diversas, susceptibles de afectar" al Benfica, así como de "impactar en su gobierno corporativo y de crear opacidad sobre la composición de su estructura accionista", sostuvo.
En este sentido, la CMVM explicó que hay "dudas sobre la transparencia" del accionariado, en concreto sobre los títulos que realmente posee otros de los detenidos junto a Vieira, el empresario portugués José António dos Santos, accionista del Benfica a través de varias empresas que él controla.
A Dos Santos se le presuponía dueño de "cerca de 16 % del capital" del Benfica, aunque a raíz del proceso que investiga la Fiscalía podría confirmarse que en realidad "celebró contratos promesa de compra y venta de acciones" que elevarían "su participación cualificada de más de 20 %".
En paralelo, agregó la CMVM, hay "fuertes indicios" de que Dos Santos llegó a un acuerdo para la venta de una parte de sus acciones.
"Ninguna de las referidas transacciones fue objeto de comunicación al mercado", subrayaba el supervisor, algo obligatorio en estos casos, por lo que apuntó que quedaba a espera de aclaraciones para tomar más medidas, algo que finalmente ha ocurrido y ha derivado en el levantamiento de la suspensión.
Vieira, cuyas funciones como presidente están suspendidas, permanecerá en prisión domiciliaria hasta que haga efectiva una fianza de tres millones de euros para no ingresar en la cárcel.
El exmandatario del Benfica, de 72 años y que ocupaba el cargo desde 2003, renunció a sus funciones tras ser detenido y la presidencia ha sido asumida por el exfutbolista Rui Costa, hasta ahora vicepresidente.