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Por fin se alinearon los astros. Antes del primer minuto de juego el defensor Pablo Meza despejó el balón sobre la línea de sentencia y después se registraron las acciones ofensivas que dieron esperanzas a nuestro equipo, que debía ganar para seguir con posibilidades clasificatorias.
El primer tanto vino con un servicio de Jesús Medina a Pedro Báez. El espigado atacante de Cerro Porteño, con experiencia en el Real Salt Lake de Estados Unidos, maniobró ante los zagueros trasandinos y con un disparo de zurda puso al frente a la Albirroja, la que no pudo aprovechar su mejor momento anímico y futbolístico para ir al descanso con una ventaja mayor.
En el segundo tiempo Chile adelantó sus líneas y sin generar muchas ocasiones llegó a la igualdad por intermedio de Ignacio Jara, ante una cobertura defensiva guaraní deficiente.
El juego se iba y Guillermo “Cecilio” Paiva desperdició una clara ocasión de gol, hasta que minutos después, en una acción en la que parecía que la pelota quemaba, Paiva remató hacia el centro, dejó pasar Carlos Ferreira y definió el capitán Cristhian Paredes. Fue una sufrida conclusión de la jugada que terminó dándole vida a Paraguay en el “Juventud de América”.