“No se trata de una apertura frívola que exponga su estructura de producción a la competencia externa”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Paraguay, Uruguay y Brasil habían reaccionado con malestar cuando Argentina planteó recientemente que no estaba dispuesta a firmar acuerdos con Corea del Sur y otros países fuertemente importadores que pudieran afectar su golpeado sistema productivo y el mercado laboral.
Pero la tensión cesó con las nuevas conversaciones abiertas por los socios, alejándose de una crisis.
“La situación económica internacional presenta un panorama de incertidumbre, con indicadores a la baja en las economías desarrolladas y una fuerte caída del comercio”, dijo el gobierno de Alberto Fernández.
La discusión se planteó cuando dijo que Argentina se apartaba de negociaciones para pactos de libre comercio con Corea del Sur, Canadá, Singapur y El Líbano.