Los barras cerristas se ubicaron en las cercanías del hotel y comenzaron a explotar las bombas, con el fin de perturbar el descanso de los miembros del equipo del vecino país.
Los hinchas llevaron a cabo una especie de trabajo de ataque y retirada, en un aparente intento de que la molestia sea constante.
Ante esta situación, agentes de la comisaría 3ª Central de Luque, quienes estaban custodiando la zona, solicitaron apoyo de Antimotines. Así replegaron a los barrabravas.
Con el transcurso de las horas fueron aprehendidas finalmente 11 personas, quienes fueron trasladadas hasta la sede policial.
Además se incautaron en total 748 unidades de bombas ya percutidas, al igual que ocho celulares.
En horas de la mañana de ayer, todos ellos fueron remitidos a la unidad de la fiscala Sonia Pereira Giménez, quien dispuso su liberación. Sin embargo, en caso de corroborarse el tipo penal de perturbación de la paz pública, como se trata de un delito, los mismos pueden ser imputados posteriormente. No hace falta que estén presos, explicó.