“Hay denuncias de que las armas estarían vinculadas a ciertos hechos contra la vida de personas (...) Lo entiendo como grupos fuertes, económicamente fuertes y poderosos que ejercen control y predominio en estas zonas. Grupos que operan de esta forma son sospechosos incluso de tener derivaciones políticas importantes e instituciones que, en vez de reprender, tendrían actitud complaciente”, dijo el fiscal Pecci.
También el agente del Ministerio Público señaló que dentro de la investigación se incluye a políticos y policías corruptos que están operando en la zona desde hace un buen tiempo cometiendo varios ilícitos.
“Hay también denuncias de negocios ilícitos presentes en la región, drogas y hechos punibles contra la vida”, apuntó Pecci.
Con todo lo que dejó el operativo “Gángster” los agentes policiales y del Ministerio Público tienen una buena cantidad de elementos a analizar ya que a decir del fiscal Marcelo Pecci, tienen sospechas de que un grupo de políticos y policías estaban operando al margen de la ley en la zona de Caazapá y ahora con la requisa de armas y celulares muchas dudas serán despejadas.
La figura del concejal colorado Benjamín Adaro Monzón surge como la del líder del grupo y se le sindica como la persona que comandaría varios hechos de sangre.