La fresa es una planta de la familia de las rosáceas, con tallos rastreros, nudosos y estolones, hojas pecioladas, vellosas, blanquecinas por el envés, divididas en tres segmentos aovados y con dientes gruesos en el margen; flores pedunculadas, blancas o amarillentas, solitarias o en corimbos poco nutridos, y fruto casi redondo, algo apuntado, de un centímetro de largo, rojo, suculento y fragante, dice la Real Academia Española de la Lengua. En España es más usual la palabra fresa y casi nunca se utiliza el vocablo frutilla para referirse a esta deliciosa y aromática fruta. La RAE aclara que frutilla es una “especie de fresón” en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú. Y fresón es el fruto de una fresera oriunda de Chile, semejante a la fresa, pero de volumen mucho mayor, de color rojo amarillento y sabor más ácido. De cualquier manera hablamos del mismo sabor y mismo manjar cuyo nombre botánico es Fragaria (Fragaria × ananassa). La fresera puede referirse a la planta cargada de fresas o bien a la vendedora de la fruta.
Fuente: www.rae.es / wikipedia