Son piezas que provienen de una diversidad de países, como Macedonia, Chipre, Kosovo, Alemania, Israel, Rusia, Turquía, España, Portugal, Holanda, Grecia, Malta, China, Nepal, India, Japón, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, Colombia, Bolivia, México y, por supuesto, Paraguay.
Rossana González, jefa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Secretaría Nacional de Cultura, comenta que esta muestra se realiza con el espíritu de salvaguarda de esta técnica artesanal. Recuerda que la filigrana paraguaya ya fue declarada como patrimonio cultural inmaterial de la Nación. El nombre Panambi retã hace alusión a que las mariposas del mundo vuelan al Paraguay para mostrarse y la exposición reúne ejemplos de distintos estilos y épocas (desde el siglo XIX hasta hoy).
Colección de mariposas
Las piezas en exhibición forman parte, en su mayoría, del Centro de Documentación del “Museo della Filigrana” de Campo Ligure, donde Liz Angélica Araújo se desempeña como directora. Ella es paraguaya pero vive en Italia, y explica que el Museo es único en el mundo. Esta técnica ancestral –comenta– es de transmisión oral y fue pasando de generación en generación. Se habría originado en la Mesopotamia, según hallazgos arqueológicos.
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Hay dos formas principales de trabajar la filigrana: la abierta y la cerrada, y hay varios materiales con los cuales se trabaja, pero los más dúctiles son el oro y la plata. También hay aleaciones, que los expertos reconocen por cómo se ennegrece.
Las obras expuestas
Por Paraguay exponen la diseñadora Muna Anajas (con 31 piezas que trabajan orfebres) y también Clara Verdún, quien es diseñadora y orfebre, por lo que trabaja ella misma sus piezas. La última hizo una pieza exclusivamente para el evento, y la denominó Panambí hovy, un símbolo de buena fortuna. Clara es diseñadora de modas y cuenta que hace tres años se dedica a la filigrana, luego de haber estudiado este arte en Luque.
De Argentina vino Eva Beatriz Cáceres, y se dedica hace más de 10 años a la filigrana, arte que aprendió en el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), en Luque. Relata que en dicha ocasión vino a nuestro país exclusivamente para aprender a trabajar esta técnica artesanal, que luego difundió en su país, donde se estilan mucho las técnicas mixtas y la mayoría de los artesanos son autodidactas.
“Hacemos esta exposición para que la gente conozca y valore la filigrana”, destaca Araújo. Es un trabajo que requiere minuciosidad y gran precisión, y las obras en exposición lo demuestran por su exquisitez. La experta indica que el procedimiento para trabajar la filigrana es largo, y dura aproximadamente un mes solamente elaborar los hilos, luego el diseño y por último el relleno de la pieza.
Se conocen al menos 42 estilos de encajes en el mundo. De estos 42, Paraguay tiene 5 y son los que se están intentando salvaguardar.
Más info
Archivo Nacional de Asunción (Mariscal Estigarribia esq. Iturbe)