Mariza: "Estoy esperando que aparezca una Rosalía dentro del fado"

"Se ha despertado una conciencia de conocer nuestra cultura, especialmente con la pandemia. Se escucha y se hace más música en portugués y hay una generación muy joven que intenta entender esas sonoridades", señala en una charla con Efe, antes de proclamar: "Y yo estoy esperando que aparezca una Rosalía dentro del fado".

Marisa dos Reis Nunes (Lourenço Marques, 1973), nacida en el actual Maputo de lo que era el Mozambique portugués, manifiesta así su deseo de que este estilo musical evolucione tal y como lo hizo el flamenco en manos de la joven catalana, o antes, con artistas como Ketama.

"De hecho, me encantaría conocer a Antonio Carmona, por la historia de su familia y porque su banda tuvo un papel muy importante en la música española hacia el mundo", comenta tras preguntarle con qué figuras de este país le gustaría trabajar.

Quien recibiera el Premio Bienal Luso-Español 2018 cita también a Miguel Poveda ("Me encanta su voz y cómo canta, la entrega que tiene"), a Pablo Alborán ("Mucha gente que me dice que por qué no canto con él) y a Vanesa Martín ("La admiro mucho").

"Me gustaría que mi relación con España fuese aún a más, colaborar con más artistas de aquí o al menos conocerlos", reconoce la artista, que mañana vuelve a Madrid para deleitar a su público en el Teatro Real con un concierto en el que homenajeará a su compatriota, la idolatrada Amalia Rodrigues, cuando se cumple el centenario de su nacimiento.

Sorprende porque, ante las continuas comparaciones con su predecesora como gran figura del género, declaró a Efe hace años lo siguiente: "Nunca he tenido ganas de ser la nueva Amalia. Yo soy Mariza, punto, con una vida diferente y una respiración diferente que me hacen cantar de otra forma".

En 2020, sin embargo, publicó un álbum titulado "Mariza canta Amália" (2020) que servirá como columna de su concierto de mañana. Sobre el origen del mismo, relata que siempre había tenido en la cabeza que quería hacer un disco con la misma sonoridad de "Francis Albert Sinatra & Antonio Carlos Jobim" (1967).

"Un día en una casa de fado en Lisboa, el director de un teatro me pidió que cantara 'Estranha Forma de Vida'", cuenta sobre el clásico de Rodrigues. "Cuando acabé de cantarlo, me venía el sonido de aquella orquesta y no se me iba. Llamé a mi productor y le dije: 'Vamos a hacer ese tributo'. Y no me creía, porque siempre le había dicho que no", rememora divertida.

Ahora, celebra aquella decisión: "Es maravilloso poder cantar un legado tan importante, porque si no lo cantas se olvida, y el poder hacerlo a mi manera, sin miedo, respirando a mi forma", indica quien ha recibido de ella el sobrenombre de "gran dama del fado".

"¿Qué es eso? Yo soy una cantante que ha tenido la oportunidad de representar a Portugal en los mayores teatros del mundo, pero 20 años es muy poco, necesito al menos de otros 20", afirma quien iniciara su trayectoria discográfica en 2001 con el álbum "Fado em Mim".

Rodrigues había fallecido solo dos años antes y, aunque Mariza llegó a participar en los homenajes póstumos, nunca llegó a conocerla. Aún así, confiesa cómo imagina ese encuentro: "Sobre todo querría mirarla. Tenía algo magnético y carismático y me encantaría poder sentirlo. Y también pedirle que si de alguna forma me podría enseñar".