La carta magna peruana establece que el mandatario puede disolver el parlamento si en el quinquenio para el que fue elegido censura a dos consejos de ministros, lo que ya hizo en una primera ocasión en 2017 cuando era presidente Pedro Pablo Kuczynski, al que sucedió Vizcarra tras su dimisión.
La crisis llega a un punto álgido por la intención del fujimorismo y sus aliados políticos como el Partido Aprista, que tienen mayoría en el Congreso, de renovar ese órgano de manera exprés para controlarlo con magistrados afines a sus intereses.
Del Solar y sus ministros consiguieron entrar en el hemiciclo a pesar de que en un primer momento le cerraron las puertas de la sala del pleno, donde la mayoría está en manos del fujimorismo y sus aliados políticos de derecha que pretenden recomponer el TC de manera acelerada con candidatos afines a sus intereses.
La aparición de Del Solar generó un gran alboroto entre los congresistas opositores que lo rodearon para pedirle que se marchase.
El primer ministro hizo caso omiso a los gritos desaforados de sus contrincantes políticos y se retiró a una esquina para conversar con el presidente del Congreso, Pedro Olaechea, un exministro disidente del oficialismo.
El Consejo de Ministros entró a la fuerza en el pleno del Congreso después de que la Junta de Portavoces del parlamento no le permitiese tratar la cuestión de confianza que el Ejecutivo presentó contra el procedimiento acelerado para cambiar a seis de los siete magistrados del TC.