Raúl Castro dejará cargo oficial, pero manteniendo el poder real en Cuba

El dictador cubano Raúl Castro (de uniforme militar) heredó el poder de su hermano, el fallecido Fidel Castro, y en conjunto han gobernado Cuba por más de 60 años de un régimen totalitario.gentileza

Sesenta años después de que Fidel Castro proclamara la dictadura marxista en Cuba, su hermano Raúl preside desde ayer, a puerta cerrada, el congreso del Partido Comunista, donde anunciará su retiro del cargo oficial de Primer Secretario de esa agrupación, pero manteniendo el poder real en la dictadura más antigua del continente.

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Después de la muerte de Fidel en 2016, que le nombró como su sucesor a cargo del régimen totalitario, el retiro de Raúl de su cargo oficial dentro del Partido Comunista (único permitido por el régimen), y próximo a cumplir 90 años, es un acto simbólico, pero sin representar un cambio real de poder, aún.

Está por verse si el traspaso paulatino del poder real a las nuevas generaciones se dará efectivamente en un plazo corto.

El carácter del dictador hace presagiar un muy lento y gradual traspaso del poder que junto con su hermano lo han mantenido por más de 60 años, en lo que es la dictadura más antigua y sangrienta del continente.

Actualmente, y desde octubre de 2019, ocupa el cargo de “presidente” del país, Miguel Díaz-Canel, de 60 años, pero todos saben que el poder lo mantuvo el general Castro.

Las palabras de Ramón Blande, militante comunista de 84 años, define la situación: “Raúl no va a estar al frente del Partido, pero (para) cualquier problema Raúl está ahí, Raúl no se ha muerto”.

Y ciertamente, subraya, Díaz-Canel es todavía “bastante joven”, pero “se enfrenta a los problemas de verdad”.

La designación de Díaz-Canel como nuevo Primer Secretario, el cargo más importante en Cuba, podría tener lugar durante su sesión final, el lunes, informan las agencias AFP y EFE.

Junto con Raúl Castro deben pasar a retiro otros jerarcas del régimen, incluidos el número dos del Partido, José Ramón Machado Ventura, de 90 años, y el comandante Ramiro Valdés, de 88.

En las calles de La Habana, sin turistas debido a la pandemia, los cubanos parecen más preocupados por la escasez de alimentos, las largas filas frente a los supermercados y la espiral inflacionaria que desató la reciente unificación de las dos monedas que tenía el país.

Para Norman McKay, analista de la Unidad de Inteligencia de The Economist, “la salida de (Raúl) Castro es un acontecimiento histórico, (pero) no significa necesariamente que vaya a haber un cambio brusco en el estilo del Partido Comunista”, pero “internet va a facilitar una mayor demanda de responsabilidad y de libertades, planteando al gobierno desafíos que serán difíciles de ignorar para el Partido Comunista”, opina.

En los últimos meses, Cuba ha experimentado una inédita agitación social con manifestaciones de artistas, protestas de disidentes y movilizaciones de otros sectores de la sociedad.

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