El ataque ocurrió en los alrededores de la zona de Alkoma, en la provincia de Seno, situada en la región de Sahel, que es objetivo habitual de atentados de grupos yihadistas.
"Las operaciones de rastreo de las Fuerzas de Defensa y de Seguridad siguen en curso en la zona", señaló la Policía en un comunicado, al precisar que los heridos fueron evacuados a un hospital.
La Policía, que no facilitó datos sobre los atacantes, valoró la "determinación" de las unidades implicadas en la "lucha contra el terrorismo" e instó a la ciudadanía a una "colaboración más reforzada" con las fuerzas de seguridad para acabar con esa lacra.
Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.
Los ataques se suelen atribuir al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel, afiliada a Al Qaeda, al Grupo de Apoyo al Islam, a los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).
La región burkinesa más golpeada por la inseguridad es la de Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas del país desde el verano de 2018.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos ascienda ya a 1,4 millones de personas, según datos del Consejo Nacional de Emergencias y Rehabilitación (CONASUR) del Gobierno burkinés.