"La Asamblea Nacional de Bielorrusia aprobó una enmienda al Código Penal, introduciendo la pena de muerte por 'intento de actos de terrorismo', un movimiento que va en dirección opuesta a la tendencia mundial de abandonar la pena de muerte", dijo en un comunicado un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
A juicio del SEAE la pena de muerte "es el máximo castigo cruel, inhumano y degradante" y "abre la posibilidad de nuevos abusos graves" en Bielorrusia, donde el presidente Lukashenko ha incrementado la represión contra la sociedad civil desde las elecciones de 2020, que la UE y gran parte de la comunidad internacional no reconoce.
En este contexto, el portavoz recordó que 36 presos políticos ya han sido condenados con largas penas en base a las disposiciones de "terrorismo" recogidas en el Código Penal y que "muchos representantes de fuerzas democráticas y activistas políticos están buscados por 'terrorismo'".
"El régimen continúa su brutal represión de su propia población. Defensores de derechos humanos, periodistas y activistas políticos se enfrentan a penas de prisión totalmente injustificadas y muy largas. Recientemente, los sindicalistas también fueron atacados", dijo la UE, que pidió la "liberación inmediata" de todos ellos.