La oposición de derecha presentó hace cinco días la moción por la escalada de violencia en el país, a la que reaccionó la primera ministra, Magdalena Andersson, que encabeza un Ejecutivo socialdemócrata en minoría, amenazando con la dimisión.
Andersson calificó de irresponsable la iniciativa por ocurrir a tres meses de unas elecciones generales y en medio del proceso de adhesión de Suecia a la OTAN, paralizado por la oposición de Turquía, crítica con la postura de Estocolmo hacia los movimientos kurdos.
"Lo he pensado mucho después de varias reuniones con los socialdemócratas, anoche y esta mañana. He decidido abstenerme", dijo hoy a la televisión pública sueca Kakabaveh, de origen kurdo y cuyo voto es fundamental, ya que a la oposición le falta uno para sacar adelante la moción contra Johansson.
Kakabaveh, que ya fue decisiva con su voto para que el actual Gobierno saliera adelante en el Parlamento en noviembre, justificó su decisión por el compromiso del ministro en cuestiones de género y violencia machista y porque los socialdemócratas le han asegurado que no habrá cambios en la relación con los movimientos kurdos.
Ankara ha vinculado el levantamiento de su veto al ingreso de Suecia, y de Finlandia, a cambios en su política hacia los kurdos, incluido el apoyo a las milicias kurdas de Siria (YPG), a las que estos países y el resto de la Unión Europea no consideran un grupo terrorista.
Andersson, primera mujer en dirigir un Ejecutivo en Suecia, encabeza un Gobierno con algo más de una cuarta parte de los escaños del Parlamento, tras una crisis provocada por la salida de la coalición de los verdes y de tener que dimitir unas horas después de haber sido elegida por primera vez.
Suecia vive una situación de inestabilidad política desde hace años por el "cordón sanitario" de varios partidos a la ultraderecha, que ha permitido que un Ejecutivo rojiverde en minoría gobernase desde 2014 con el socialdemócrata Stefan Löfven a la cabeza.
Löfven se convirtió en junio pasado en el primer jefe de Gobierno en ejercicio en perder una moción de censura en Suecia, aunque regresó al poder dos semanas después, hasta que en agosto anunció de forma inesperada que dejaría el cargo para allanarle el camino a su sucesor de cara a las elecciones.