Hasta el momento no se ha informado sobre muertos, desaparecidos o heridos, mientras la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU cifró el sábado en casi 150.000 personas, alrededor del 46 % del total de habitantes del país, los afectados por los fenómenos naturales.
Las imágenes publicadas por medios locales y entidades internacionales, como la Cruz Roja, muestran la destrucción de casas e infraestructura en Port Vila, la capital del país y hogar de unas 50.000 personas, y el resto del territorio de Vanuatu, cuyo gobierno decretó el viernes el estado de emergencia en todo el país.
"Dos ciclones de categoría cuatro en menos de una semana es un hecho histórico", dijo la diputada de Vanuatu, Gloria Julia King, en declaraciones este lunes a Radio New Zealand.
Para ayudar a las tareas de emergencia y reconstrucción, Australia anunció anoche el envío de unos 600 soldados, junto a helicópteros y un buque, que se suman a la docena de expertos y dos aviones con ayuda desplegados la semana pasada.
Francia, Nueva Zelanda y la agencias como la Cruz Roja y Unicef, entre otras, también han comprometido o enviado ayuda a este país.
El ciclón Judy, de categoría tres y que ganó fuerza hasta cuatro (sobre un máximo de 5), pasó el martes por el sur de Vanuatu, seguido dos días después por el ciclón Kevin, que alcanzó la categoría cinco, mientras que el viernes el archipiélago fue azotado por un terremoto de magnitud 6,5 con epicentro en el noroeste.
Vanuatu es un archipiélago del Pacífico compuesto de 83 islas con un total de 12.200 kilómetros cuadrados de superficie, habitados por poco más de 283.000 habitantes, y rodeados por 450.000 kilómetros cuadrados de aguas territoriales.