"Este nuevo imperialismo es la base de un nuevo colonialismo", dijo Macron en un discurso en Port Vila, transmitido en las redes sociales del Palacio del Elíseo, en el que alertó que algunas "grandes potencias" están poniendo "a prueba" el orden mundial, la integridad de los territorios y la soberanía de los pueblos.
Macron no dio ningún ejemplo concreto en el Pacífico y solo mencionó la invasión de Rusia a Ucrania, sin identificar a otras grandes potencias que atentan - según enunció en su discurso- contra la soberanía que tienen las naciones en materia financiera, marítima y sobre recursos como las tierras raras, que son claves para la industria de alta tecnología.
Por ello, el presidente francés prometió que su Gobierno luchará "hombro con hombro" con los países insulares de la región del Pacífico para "fortalecer su independencia y soberanía" apoyándose en una historia común y la defensa del Estado de Derecho.
Macron busca posicionar a Francia como una potencia en la macro-región del Indopacífico, que es escenario de una intensa y creciente competencia entre Washington y Pekín, así como de disputas territoriales en el Mar de China Meridional y de fuertes tensiones en el Estrecho de Taiwán.
La estrategia francesa en el Indopacífico cobró un mayor impulso después de que Australia, tras firmar en 2021 el pacto de seguridad AUKUS con Estados Unidos y Reino Unido para reforzar su presencia en esta región, que incluye la adquisición y desarrollo de submarinos nucleares por parte del país oceánico.
A raíz de este acuerdo, las relaciones de París y Camberra se tensaron durante unos meses a raíz de la decisión del anterior mandatario australiano, Scott Morrison, de cancelar el contrato de unos 55.000 millones de euros con un consorcio liderado por la compañía estatal francesa Naval Group para la construcción de una docena de submarinos convencionales.
Macron llegó el lunes a Nueva Caledonia, que al igual que la Polinesia francesa, así como Wallis y Futuna son territorios franceses de ultramar, en un viaje que termina mañana con una visita a Papúa Nueva Guinea, que en mayo pasado firmó un pacto de Defensa con Estados Unidos y en donde opera la empresa francesa de hidrocarburos Total.
Su gira coincide con las del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken; así como el de Defensa, Lloyd Austin, a la zona como parte de su estrategia para reforzar su influencia en la otrora olvidada región del Pacífico.