Biden, emplazado en Jordania con líderes árabes para desbloquear la ayuda para Gaza

El Cairo/Amán, 17 oct (EFE).- El presidente de los EE.UU., Joe Biden, está emplazado mañana miércoles en Jordania a lidiar en la arena diplomática con los principales mediadores árabes en la guerra en la Franja de Gaza -Egipto, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina-, y buscar la forma de ingresar la ayuda humanitaria al enclave palestino, lograr la salida de los extranjeros allí bloqueados y contener la escalada del conflicto.

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Biden llegará a Amán desde Israel, como parte de un viaje para exhibir el apoyo de su país al Estado judío y su derecho a responder al ataque del brazo armado del grupo islamista Hamás, aunque también necesitado de negociar y ofrecer al mundo árabe una satisfacción ante la firme y unánime posición de los principales países de la región en contra de la represalia indiscriminada sobre Gaza.

El presidente estadounidense se reunirá con el rey jordano Abadalá II; su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, y el presidente palestino Mahmud Abás, líderes más vinculados directamente al conflicto, que reconocen al Estado de Israel y quienes más van a sufrir cualquier consecuencia de esta crisis que ya ha causado miles de muertos.

Más allá de dialogar sobre la necesidad de evitar la expansión del conflicto y la entrada de otros actores en liza, algo en lo que todos ellos están de acuerdo, el principal asunto a resolver será la situación humanitaria en Gaza.

El tema que más preocupa en Oriente Medio es la crisis humanitaria causada por el incesante bombardeo israelí sobre el enclave, donde residen hacinadas 2,2 millones de personas, sin acceso a electricidad, agua, comida ni medicamentos por decisión israelí y denunciado por varios países, organismos internacionales y ONG como crimen de guerra.

Ayuda humanitaria

Ese tema parecía inexistente en la agenda del secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken, cuando hace seis días comenzó en Tel Aviv una gira que le llevó también a Jordania, Catar, Baréin, Emiratos Árabes, Arabia Saudí (dos veces) y Egipto, donde expresó el apoyo "inquebrantable" de su país a Israel y sus acciones.

A su regreso, la diplomacia estadounidense se trajo un duro mensaje árabe de rechazo a la situación y la urgencia de permitir el acceso de ayuda al territorio palestino.

También se llevó la negativa de Egipto, que controla el único acceso posible a la Franja de Gaza, a permitir la salida de extranjeros residentes en el enclave, en su mayoría occidentales, como habían pedido y asumido varios países, entre ellos, EE.UU.

Esas personas sólo podrán salir si Israel permite el acceso de ayuda humanitaria, que todavía no ha autorizado, pese a los planes trazados por varios implicados, incluida la ONU y los EE.UU.

Línea roja

El diálogo también abordará las opciones de paz duradera para la región, si bien Biden se topará con la "línea roja" marcada por los países árabes y que el rey jordano subrayó hoy durante un viaje a Berlín: una nueva oleada de refugiados palestinos.

Varias voces en Israel han expresado su deseo de expulsar a todos los palestinos de Gaza y Egipto ha recibido presiones occidentales para que abra su frontera y acepte centenares de miles de refugiados.

"Ni refugiados a Jordania ni tampoco a Egipto", dijo el rey jordano, que subrayó que "esta es una situación que debe ser gestionada dentro de Gaza y Cisjordania" y que no debe "recaer sobre los hombros de otros".

Ante las presiones para que Egipto asuma por su proximidad cultural e histórica con Gaza estos refugiados que huyen de los bombardeos israelíes, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, fue más duro e ironizó en una entrevista con la BBC sobre preguntar a los países europeos si los acogerían.

Egipto se encuentra sumido en una grave crisis económica y ya hay en su territorio cerca de 650.000 refugiados de países como Sudán, Sudán del Sur o Yemen.

Evitar un éxodo masivo de palestinos busca evitar, como denunció la Liga Árabe, una "limpieza étnica" de Gaza.

Biden llegará a la reunión tras haber escuchado en Israel "de primera mano", como dijo Blinken en una rueda de prensa, "lo que necesita para defender a su pueblo".

También dijo que el presidente estadounidense recibirá "una información completa sobre los objetivos y la estrategia de guerra de Israel" para llevar a cabo sus operaciones de forma que "minimice las víctimas civiles y permita que la asistencia humanitaria fluya a los civiles en Gaza sin beneficiar a Hamás".

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