"En el marco de la lucha contra la emigración irregular, la Gendarmería Nacional llevó a cabo una serie de operaciones en diferentes localidades del país", señaló esta fuerza al filo de la pasada media noche a través de la red social X (antes Twitter).
Las detenciones se produjeron entre los días 15 y 16 de diciembre en diferentes puntos entre las regiones de Thiès (oeste) y Saint-Louis (norte).
La inmensa mayoría, 83 de ellos, provenían de Mali, mientras siete eran gambianos y tres mauritanos, detalló la Gendarmería.
Senegal es un país de origen y de tránsito de los migrantes que tratan de llegar de manera irregular a las españolas islas Canarias (océano Atlántico), una ruta que ha alcanzado este año cifras récord y mayores que las registradas en 2006, cuando tuvo lugar la llamada crisis de los cayucos, en la que arribaron al archipiélago 31.678 personas.
Así, hasta el pasado 30 de noviembre, se han contabilizado 35.410 migrantes llegados a las Canarias.
La ruta migratoria entre la costa africana y las islas españolas está considerada una de las más peligrosas del mundo, con una tasa de mortalidad en los últimos años de una víctima por cada veinte supervivientes, el doble que la del mar Mediterráneo.
Precisamente para abordar este y otros asuntos, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, viajó esta semana a Senegal, donde se reunió con su homólogo del país africano, Ismaïla Madior Fall, y con el presidente senegalés, Macky Sall.
“Los dos países estamos de acuerdo en favorecer una migración ordenada y regular, y estamos dando pasos en este sentido. Queremos que (...) se convierta en un instrumento más de la relación bilateral”, afirmó Albares.
La vigilancia marítima y aérea desplegada por España en Senegal en cooperación con las autoridades del país africano frenó el 46 % de las salidas de embarcaciones precarias hacia estas islas en los dos últimos meses, según informó este viernes por su lado el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska.