Orbán considera que la política de Bruselas es un "fracaso" y pide un "nuevo liderazgo"

"Tenemos un liderazgo de la UE (...) que ha fallado. El actual liderazgo debe irse, necesitamos a nuevos lideres", dijo Orbán, entre los aplausos de los asistentes a una conferencia sobre migración en el Parlamento Europeo en la que participó, junto con el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki y el ex director ejecutivo de Frontex Fabrice Leggeri.

Denunció que el pacto migratorio "es un error" porque no ha sido respaldado por la unanimidad de los Estados miembros y consideró que, por ese motivo, "no funcionará".

Pero Orbán fue más allá y consideró que otras iniciativas prioritarias para Bruselas en los últimos años, están también condenadas al "fracaso".

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"La transición verde es un fracaso porque va contra la economía, las empresas y la industria", dijo el primer ministro húngaro.

Criticó también el mecanismo que condiciona el desembolso de fondos europeos al respeto de los principios del Estado de derecho.

"Crearon un sistema de condicionalidad que es un método de chantaje", denunció.

Por su parte, el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki rechazó asimismo el pacto migratorio y consideró que "puede ser la dinamita que haga explotar Europa".

"Si va en la dirección presentada, en primer lugar no funcionará. Habrá enormes turbulencias", vaticinó el político polaco, que criticó la "hipocresía" de los responsables que han impulsado ese paquete normativo.

Por último, el exdirector ejecutivo de Frontex, que ahora forma parte ahora de la Agrupación Nacional (RN), el partido de la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, criticó la "falsa narrativa de la Comisión Europea y las ONG que dicen que es ilegal prevenir los cruces ilegales de las fronteras exteriores"

Acusó asimismo a la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y a la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, de tratar de hacer políticas que corresponden a las autoridades nacionales.

La conferencia tuvo lugar el día en que la policía belga paralizó otro evento de los ultraconservadores europeos en Bruselas, la "Conferencia Nacional del Conservadurismo".

El acto fue anulado por orden del alcalde de la comuna bruselense de Saint-Josse-ten-Noode, donde se iba a celebrar, para evitar el riesgo de "desórdenes públicos".