"Nos preocupa la pérdida de vidas de turistas en un ataque en el distrito de Anantnag, en Jammu y Cachemira, territorio ocupado ilegalmente por la India. Expresamos nuestras condolencias a los familiares de los fallecidos y deseamos una pronta recuperación a los heridos", dijo en un breve comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Pakistán, Shafqat Khan.
La reacción de Pakistán llega un día después de que 28 personas murieran y al menos una decena resultaran heridas en un ataque insurgente perpetrado contra turistas en la disputada región, por la que ambos países han mantenido varias guerras y enfrentamientos menores.
Desde 1989, la región ha sido escenario de una revuelta armada contra el Gobierno de Nueva Delhi, un conflicto que ha causado la muerte de decenas de miles de personas. La India sostiene que Pakistán apoya la insurgencia, afirmación que Pakistán niega.
El ataque de ayer tuvo lugar a unos cinco kilómetros de la ciudad de Pahalgam, en una pradera frecuentada por locales y visitantes, cuando presuntos insurgentes atacaron al grupo de turistas, en su mayoría de nacionalidad india.
Según testigos y supervivientes, los insurgentes se acercaron a las víctimas y comenzaron a disparar a quemarropa, señalando, según informes, a individuos que afirmaban no ser musulmanes.
El incidente ha provocado una condena generalizada en toda la India, así como las condolencias de varios líderes internacionales, como los presidentes estadounidense, Donald Trump, y ruso, Vladimir Putin.
Aunque los ataques contra civiles en la Cachemira india ocurren con relativa frecuencia, las fuerzas de seguridad son las principales víctimas de los ataques insurgentes.
El ataque más mortífero de los últimos años tuvo lugar en febrero de 2019, cuando un atentado suicida mató al menos a 40 policías paramilitares indios.
En cuanto a los ataques contra civiles, un incidente notable tuvo lugar en marzo de 2000, cuando un ataque insurgente contra una aldea en el sur de la región causó la muerte de al menos 36 personas.