Equipos de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se encuentran desde hace una década de forma permanente en la República Islámica.
Por otra parte, la agencia atómica agregó en un mensaje en la red social X que "las autoridades iraníes han informado al OIEA de que la planta de energía nuclear en Bushehr no ha sido atacada".
Esa planta energética, en funcionamiento desde 2011, se encuentra en el sur de Irán.
En mensajes separados, enviados más tarde, el director general del OIEA, Rafael Grossi, confirmó que ni la planta de enriquecimiento en Fordow ni la instalación nuclear de Isfahan se vieron afectadas por los ataques, siempre de acuerdo a información proporcionada por las autoridades iraníes.
Fordow es una planta subterránea para la producción de uranio enriquecido, un material de posible doble uso, civil y militar, mientras que en Isfahan hay una instalación de reconversión de uranio.
Allí, el uranio se convierte en gas para su posterior enriquecimiento en Natanz, la gran planta de enriquecimiento atacada por la aviación israelí.