Tendrá una potencia inicial de 100 megavatios (MW), con posibilidad de incrementarse hasta los 300 MW, y será una de las primera instalaciones de este tipo a gran escala en la región para respaldar la inteligencia artificial, explicó Turner en un comunicado.
El anuncio se efectuó durante una mesa redonda de directores ejecutivos con el presidente de EE.UU., Donald Trump, en la cumbre de la energía e innovación de Pensilvania organizada por el senador republicano Dave McCormick, celebrada en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh.
Según las previsiones, el proyecto generará aproximadamente 600 empleos cualificados durante la fase de construcción, con aproximadamente 70 puestos técnicos y operativos a tiempo completo en la etapa inicial, y que se ampliarán a aproximadamente 175 con el tiempo.
Además, se estima que cada puesto de trabajo en el centro de datos generará más de seis empleos adicionales en EE.UU., lo que amplifica el impacto económico.
Las instalaciones de Lancaster se sumarán a la creciente red de 33 centros de datos de IA de CoreWeave, una empresa emergente estadounidense de computación en la nube con IA, incluidos 28 ubicados en todo EE.UU.
Según dijo el cofundador, presidente de la junta directiva y director ejecutivo de CoreWeave, Michael Intrator, la demanda de computación de IA de alto rendimiento es incesante, y este centro de datos acelerará la innovación e impulsará el crecimiento económico en toda la región.
El gobernador Josh Shapiro destacó que Pensilvania está compitiendo y aportando miles de millones de dólares para apoyar al sector tecnológico, y la inversión de CoreWeave continuará fortaleciendo esa labor, creando empleos bien remunerados mientras los trabajadores de ese estado construyen, mantienen y operan un nuevo centro de datos de IA en el condado de Lancaster.