"El tribunal se ha dado cuenta de que la celebración de sesiones diarias está dejando a ambas partes sin preparación para responder a cuestiones como las objeciones”, declaró el magistrado James Alala al anunciar el aplazamiento, cuyo objetivo es dar a los equipos legales “tiempo suficiente” para organizar sus argumentos y garantizar que el proceso avance de manera más ordenada.
Los ocho acusados, entre ellos el ministro de Petróleo, Puot Kang Chuol, afrontan cargos que van desde asesinato, conspiración y terrorismo hasta traición, destrucción de propiedad pública y crímenes de lesa humanidad. Tanto Machar como Chuol fueron suspendidos de sus cargos el pasado 11 de septiembre.
Machar ejerce desde 2020 como vicepresidente y líder de la oposición en virtud del acuerdo de paz de 2018, que puso fin a cinco años de guerra civil y establecía un reparto de poder junto con la creación de un Ejército unificado, compromisos que hasta ahora siguen sin cumplirse.
La acusación les vincula con los ataques perpetrados entre el 3 y el 7 de marzo pasado por la milicia opositora Ejército Blanco contra el cuartel de Nasir (norte del país), en el que murieron más de 250 soldados del Ejército sursudanés Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF), uno de sus importantes comandantes, y un piloto de Naciones Unidas que participaba en labores de evacuación.
Machar es acusado de haber autorizado esos ataques, aunque tanto él como su grupo se desvincularon desde un primer momento de la violencia, y la propia milicia del Ejército Blanco le calificó de "traidor", al considerar que ya no ejerce como líder de la oposición.
Este juicio ha incrementado la tensión entre el Ejército, bajo el mando del presidente Salva Kiir, y las fuerzas opositoras de Machar, después de que en la última semana murieran al menos 63 soldados en distintos enfrentamientos entre ambas, lo que ha reavivado el temor a un colapso del acuerdo de paz.