En una conferencia de prensa en el barrio Montrose, un centro de la comunidad gay en Houston, los políticos criticaron al Gobierno estatal, acusándolo de abuso de poder.
"Esto se trata de control de contenidos. Es el peor ejemplo de exceso de poder del gobierno, y no es el espíritu de libertad que celebramos aquí en Texas”, dijo Abbie Kamin, representante del consejo municipal, según recogió el diario The Houston Chronicle.
La decisión de Abbott de amenazar con retirar los fondos públicos de transporte a las ciudades donde haya pasos peatonales con alusiones a la bandera LGTBI llega dos meses después de que el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a través del Departamento de Transporte, pidiera a todos los estados del país eliminar "distracciones" de las carreteras, incluyendo mensajes políticos o pintadas artísticas.
Esto incluye específicamente los pasos peatonales con los colores del arcoíris, indicó el propio secretario de Transportes, Sean Duffy, en su cuenta de la plataforma X.
Para cumplir con los nuevos "estándares federales", Abbott ordenó al Departamento de Transporte estatal "asegurarse" de que las ciudades "eliminen todas las ideologías políticas" de las calles.
En los últimos años, Texas ha aprobado varias leyes que restringen los derechos de la comunidad LGTBI, enfocándose especialmente en las personas trans.
Entre estas medidas se encuentra la prohibición de la atención médica de afirmación de género para menores, incluyendo bloqueadores de la pubertad y terapias hormonales, así como la restricción de servicios de salud mental relacionados con la identidad de género.
Además, se han implementado leyes que impiden la discusión sobre orientación sexual o identidad de género en las escuelas y prohíben la existencia de clubes estudiantiles relacionados con temas LGTBI.