En un acto político el martes, en el estado de Pensilvania, el republicano reiteró que la pacificación del conflicto entre Bangkok y Nom Pen -que mantienen una disputa territorial histórica- forma parte de la lista de ocho guerras que asegura haber acabado desde que retornó al poder en enero de este año.
"Lamento decir esto (...) Camboya y Tailandia arrancaron hoy (nuevos enfrentamientos) y mañana tendré que hacer una llamada telefónica", expresó.
Entre aplausos de simpatizantes, el mandatario preguntó quién más podía decir, como él, que hará una llamada y detendrá una guerra "entre dos países muy poderosos", en alusión a Tailandia y Camboya.
El comentario de Trump se produce después de que el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, exigiese que cesen "inmediatamente las hostilidades", que dejan un saldo compartido de 10 muertos y más de medio millón de evacuados.
"EE.UU. está preocupado por los combates en curso y las víctimas a lo largo de la frontera entre Camboya y Tailandia. Ambas partes deberían cesar inmediatamente las hostilidades, proteger a los civiles y volver a las medidas de desescalada delineadas en los Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur", escribió Rubio en un mensaje en X.
El jefe de la diplomacia estadounidense hizo referencia al pacto firmado en Malasia, en los márgenes de la cumbre de líderes del Sudeste Asiático (ASEAN), el pasado mes de octubre entre ambos países con el respaldo de Trump.
Los nuevos combates comenzaron el pasado domingo en varios puntos de la frontera de unos 820 kilómetros que comparten ambos países y escalaron el lunes con operaciones aéreas perpetradas por Tailandia.
Ambos gobiernos cruzan acusaciones sobre quién inició los enfrentamientos y sus ejércitos siguen disparando sobre objetivos militares.
Las operaciones son las más letales desde los combates de cinco días a finales de julio, que se cobraron la vida de casi medio centenar de personas y que terminaron con un alto el fuego.
La disputa se remonta al acuerdo sellado en marzo de 1907 entre el entonces Reino de Siam (actual Tailandia) y Francia (que ocupaba el territorio que ahora es Camboya) para intercambiar el control de algunas regiones y establecer una línea que definiera la frontera.