En blanco se fue la tercera de abono de la Feria de Cali

Y fue Luis Bolívar quien hizo saber, desde el primer lance, una larga cambiada de rodillas, que tenía buena parte del compromiso sobre sus hombros.

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El torero, empresario y, ahora, apoderado colombiano se exigió en el tercio inicial, con suertes variadas de capote, como en la faena de muleta que inició con ayudados a dos manos.

En principio, el toro de Gutiérrez no tuvo mucha prestancia, pero el oficio de Bolívar terminó obligándolo a embestir. Faena hecha a punta de sapiencia. La espada caída le negó la posibilidad de algún trofeo. Palmas.

El bonito segundo se quedó en lámina, tras haber prometido de salida. Alejandro Talavante prefirió abreviar, en medio de las protestas del público. Espada enhebrada y pitos para el extremeño.

Muy pronto, Olga Casado se echó a la gente en su montera con una serie de verónicas, no siempre templadas. En la muleta, las buenas intenciones de la novillera española chocaron contra el carácter distraído del novillo de la ganadería manizaleña.

Igual, pese al pobre juego del manso de por medio, los tendidos se  entregaron a la torera. Falló con la espada hasta escuchar los tres avisos.

El cuarto, largo de pitones a rabo, supo seguir la generosa muleta de Luis Bolívar, con la que el veterano diestro lo sometió sin causarle molestias, más bien en un plan de cuidar de él.

De ahí salieron tandas hilvanadas. Pero, una vez más, el estoque, esta vez atravesado, cerró la puerta del triunfo.

El quinto se rajó. Por ello, Alejandro Talavante no pudo saldar la deuda que había contraído en su primero. Pitos para la ganadería y pitos para el torero español, luego de, además, fallar con la espada.

El sexto original fue devuelto por cojera y en su reemplazo vino al ruedo un novillo de Juan Bernardo Caicedo que, con sus acometidas y exigencias, puso en ascuas a Olga Casado. Igual, palmas a la novillera por sus esfuerzos de agradar.

Cuatro toros de Ernesto Gutiérrez Arango y dos novillos, uno del mismo hierro y otro de Juan Bernardo Caicedo, que suplió al sexto original. En general, escasos de fondo.

El primero se dejó. El segundo se paró. El tercero (novillo), manso y rajado. El cuarto, noble y repetidor. El quinto, manso y rajado. El sexto bis, novillo de Juan Bernardo Caicedo, exigente.

Luis Bolívar. Blanco y oro. Palmas y saludo tras aviso.

Alejandro Talavante. Blanco y oro. Pitos tras aviso y pitos tras aviso.

Olga Casado. Azul perla y oro. Ovación tras tres avisos y palmas. EFE

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