Con melodías como “Recuerdos de Ypacaraí”, Angie Báez, una joven de 23 años, conquista a quienes acuden al Mall Excélsior. Capta la atención quizás no sólo por su talento con la flauta traversa, sino también por su circunstancia: el cuadro de sus presentaciones incluye a su pequeño hijo, Astor (en honor al artista de tango experimental Astor Piazzolla), a quien tiene en un carrito, y a su mascota, un perro llamado Reptar, como el de la popular serie animada “Rugrats”, al que se lo ve deambulando entre las personas.
Sentada en la vereda del centro comercial, comenta a nuestro compañero Sergio Valdez que su pasión son los instrumentos musicales de viento, y que debido a sus pocos recursos y a que no tuvo éxito al postularse para formar parte de la banda “Sonidos de la tierra” en reiteradas ocasiones, decidió hacer estos pequeños shows que le sirven para juntar el dinero que los que acuden al lugar le dan “a voluntad”.
Contó que su instrumento musical lo adquirió de una casa de empeños, y que, una vez incluso tocó en un escenario de Buenos Aires, donde varias personas se deleitaron con una presentación en que fue muy admirada y aplaudida. “Sentí mucho nervio, se me acelera el corazón cuando me acuerdo”, indica con una sonrisa en su casi famélico rostro.
Angie reconoce que es una artista empírica y que su sueño es poder tener los medios para capacitarse, especialmente en los instrumentos de viento para seguir subsistiendo junto con su pequeño a través del arte, que apasiona pero que generalmente es poco valorado.
La flautista está todos los días en la entrada del shopping de 19:00 a 22:00 aproximadamente. Aquellos que estén interesados en ayudarla pueden comunicarse al (0982) 763-914.