Durante el operativo, que duró varios días, los agentes destruyeron 37 hectáreas de plantíos, que una vez cosechadas dejarían una producción final de 111 toneladas de droga lista para su comercialización. A esto se suma unos 20.000 kg de marihuana picada destruida de los campamentos.
El operativo estuvo encabezado por el fiscal Lucrecio Cabrera con una importante participación de agentes de la Senad con el objetivo de erradicar cultivos y centros de producción en Canindeyú.
Hasta el momento fueron sacadas de circulación 131 toneladas de marihuana, con un perjuicio económico ocasionado que ronda los US$ 3,93 millones.